¿Es posible soñar a los 40?

¿Es posible soñar a los 40?

Ahora que me falta poco para cumplir 40 años, me encuentro con amigos y compañeros que sostienen la toalla en una mano, mientras en la otra acercan una silla para sentarse cómodamente y ver el resto de la vida llegar.

Están al limite de abandonar sus sueños, liberarse de esa tensión entre lo que siempre quisimos ser, y la realidad abrumadora y frustrante que parece recordarnos que nuestros esfuerzos e ilusiones están mas muertos que vivos.

«Soñar a los 40,… ¿en serio? Jajaja»

Cuando llegamos a los 40, los sueños parecen tener cierto misterio, cierto romanticismo, y aceptamos que las voces que un día nos impulsaban a ser médicos, astronautas, o pintores famosos, son solamente un eco del niño que un día fuimos.

Ahora «está de moda» emprender.

Convertirnos en «personas libres» sin jefes, aunque ello suponga ser esclavos de una cuota de autónomo abusiva. ¡Pero queda guay! Aunque, en el fondo, es más que eso.

Alguien que decide romper moldes, no seguir al rebaño, y ser fiel a la voz interna de nuestros sueños, es, desde mi punto de vista, un emprendedor, un héroe. Alguien ha ha decidido hacer su propio camino.

Pero, ¿que edad tienes tú? ¿Más de 40? Aplícate el cuento:

Soñar es la mejor forma de decirte a ti mismo que estás vivo, que existes.

Sueño, luego existo

Un día una amiga me dijo: «he vivido mucho en la vida, ya nada me va a sorprender«. La verdad es que no pude sentir otra cosa que pena y tristeza.

Si de verdad crees que la vida no tiene nada que te sorprenda, es un síntoma de alarma. Tus sueños están muriendo, debes hacer algo, y hacerlo ya.

Rescatar sueños perdidos requiere de valor y actitud donde la palabra «perder» o «fracasar» sean sustituidas por «aprender» y «mejorar». El camino está ahí, y solo tu puedes hacerlo.

¿Tener sueños me hace más feliz?

Lamentablemente no.

Es decir, soñar, tener un propósito en tu vida, o realizar un proyecto personal, es un reto donde la desilusión y el esfuerzo son dos caras de una misma moneda.

Las personas que tienen rabia, ira y valor, son personas enfocadas a cambiar y mejorar ciertos aspectos de su vida. Llegaron un día en que dijeron: «¡Ya está bien!».

Pero esto no te garantiza que consigas tus metas, aunque, sinceramente, no pasa nada. Llegados a este estado, no les importa.

¿Qué es la ceguera del éxito?

La ceguera del éxito es un estado de sintonía y flujo donde todo parece cobrar sentido, y donde nuestro cuerpo y mente parecen tener la energía suficiente para alcanzarlo todo, sin miedos ni incertitumbre.

A mi me ha ocurrido que en alguna ocasión (autoexigente e inconformista que soy), me he marcado algún objetivo y le he aplicado rabia y pasión al mismo tiempo, y curiosamente no me ha importado el resultado de conseguirlo o no.

Casi podemos decir que cuando llegamos a ese punto de orgullo donde solo queremos convertir nuestro día a día en una lucha para identificarnos con lo que hacemos y no con lo que soñamos, el miedo de no conseguirlo se esfuma, y por arte de magia, nos dotamos de un gran poder y motivación por conseguirlo las cosas que queremos.

Los sueños son el motor de nuestra felicidad, por ello, sueña un poco cada día, y recupera al niño que llevas dentro.