«Se acabó lo bueno«. La vuelta a la rutina laboral, la familia y la vida que dejamos antes de irnos de vacaciones pueden convertirse en un reto si no conocemos algunos consejos para aliviar esos síntomas postvacacionales. La ansiedad, el estrés y la tensión son frecuentes cuando volvemos a casa después de unos días de descanso, es más, 1 de cada 3 personas van a sufrirlo, tengas o no trabajo. A este proceso de re-adaptación y a sus consecuencias se le llama síndrome postvacacional.
¿Dónde quedaron esos momentos de relax en la tumbona de la playa?
¿Aquel chinringuito de música suave y cerveza fría?
¿O aquel hotel encantador en plena montaña?
En este artículo vamos a ver qué consejos podemos aplicar con el fin de que los síntomas postvacacionales no te afecten demasiado y consigas ver tu vuelta a la rutina con una actitud positiva.
¿Lo vemos?
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional son un conjunto de síntomas (pensamientos, emociones y comportamientos) que ocurren antes y después de volver a nuestra rutina, trabajo o simplemente la vuelta a casa.
Estos síntomas nos afectan en el rendimiento laboral, la familia, y también en el personal de manera que puedas experimentar agotamiento, desgana, e ideas negativas sobre tu vida en general.
¿Cómo describiría tu amigo de Valencia qué es el síndrome postvacacional? «Otra vez al curro. Siempre lo mismo. Esta vida no cambia por mucho que yo haga, de nuevo las mismas caras y el mismo recorrido con el coche toooodos los días. Mis hijos no traen buenas notas del colegio, las facturas son asfixiantes,…»
El lugar donde vivimos está lleno de recuerdos, emociones, y sensaciones familiares que a veces no son todo lo positiva que queremos.
De manera que retomar el estrés y la ansiedad que dejamos atrás, así como una vida que no nos convence demasiado, generan una serie de síntomas que, en casos extremos, pueden llegar a afectarnos de manera negativa, entrando en una espiral de insatisfacción, impotencia, y desgana.
¿Por qué me cuesta tanto volver de vacaciones?
Los pensamientos negativos son frecuentes en el síndrome postvacacional ya que venimos de un lugar donde descansamos de obligaciones, nos levantamos de la cama cuando elijamos nosotros, y nuestras pupilas se llenan de paisajes nuevos, gente desconocida y estímulos atractivos que durante unos días nos han hecho sentir vivos.
La vuelta de vacaciones puede convertirse en una buena oportunidad de crecimiento personal y profesional si consigues marcarte objetivos a corto plazo, premios que fortalezcan tu actitud, y una visión positiva del futuro donde tú seas la protagonista.
Si no dejaste atrás una vida organizada con retos alcanzables que estimulen tu creatividad, con el regreso a la rutina estarás también añadiendo en tu repertorio postvacacional la insatisfacción de las cosas que no puedes realizar, sueños inconclusos, y metas no cumplidas que has dejado en el tintero año tras año.
¿Cuáles son los síntomas en el síndrome postvacacional?
Tanto si estás leyendo esto en la playa, la montaña,… o en la recepción de un hotel preparado para coger el taxi de vuelta al aeropuerto, conocer los síntomas más comunes del síndrome postvacacional pueden ayudarte mucho a superarlos.
En estas situaciones donde o estás a punto de regresar a casa o bien acabas de llegar a ella, es común tener pensamientos recurrentes de experimentación y activación que generan tensión y ansiedad anticipando una mala adaptación a tu rutina.
Síntomas antes de regresar a casa
- Estar como ausente aunque todavía te quedan algunos días de vacaciones
- Te irritas con facilidad
- Te alejas del momento presente y sientes que el tiempo se escapa, como si alguna mano maléfica hubiera tirado de la cisterna y fueras tú quien se pierde en el desagüe.
- Comienzas a manifestar claros síntomas de ansiedad como son: nerviosismo, dificultad para respirar, y/o taquicardias espontáneas.
- Y por último, pensamientos negativos y catastrofistas sobre tu vida en general.
Síntomas tras la vuelta de vacaciones
- Problemas para conciliar el sueño
- Inadaptación a tu entorno que manifiestas con agresividad, cambios de humor, irritabilidad y pensamientos negativos
- Valorar la idea de cambiar de vida pero sin tener objetivos claros y definidos
- Querer hacer de todo y en todo momento con el fin de escapar de esa sensación de impotencia
- Problemas para concentrarte
- Apatía, tristeza y frustración.
Consejos para superar el síndrome postvacacional tras pasar unos días de relax
Los síntomas suelen durar entre 10 y 14 días, aunque todo depende de tu voluntad y recursos para adaptarte de nuevo a tu vida normal.
Aunque las vacaciones no tienen porqué haber sido relajadas ni haber satisfecho las expectativas que teníamos, por lo general, tu cuerpo ha estado unos días «desconectado» y llevando una alimentación y horarios diferentes al habitual.
Tu estilo de vida
Es normal a veces, llegar a somatizar emociones en las primeras semanas de vuelta de las vacaciones, tanto es así que retomar la dieta y el deporte pueden ayudarnos mucho a superar esos síntomas postvacacionales que tanto nos estresan.
Organízate y programa tu tiempo semanal de manera que quede bien reflejado qué tiempo dedicas a las obligaciones y responsabilidades y qué tiempo es enteramente libre, para uso y disfrute de actividades.
El trabajo
El trabajo es algo que debe hacerse de manera paulatina ya que suele ser, junto con la familia, uno de los principales entornos hostiles a los que debemos enfrentarnos tras las vacaciones.
Vuelve de las vacaciones unos días antes, por ejemplo dos, y comienza levantándote temprano para hacer algo positivo como meditar, yoga, deporte… en lugar de ir directamente al trabajo.
La libertad y el placer
Retoma cuanto antes alguna actividad abandonada que te haga sentir libre y te proporcione placer como pude ser la autorrealización.
Tanto si dejaste algo antes de ir de vacaciones como si llevan tiempo pensando en hacer algo creativo, anótalo y programa tu semana para practicar esa actividad.
A mi por ejemplo me encanta pasear por la playa, y ver alguna serie, cualquier cosa sirve si te hace sentir bien y te da un momento de respiro e intimidad.
¿Y a ti?