La resiliencia en psicología o coaching hace alusión a la fuerza o resistencia que tiene una persona ante un acontecimiento traumático inesperado. No nos afectan a todos por igual las mismas cosas pero nuestra fortaleza si depende de factores similares. El significado de resiliencia, por tanto, tiene que ver con tu personalidad, conocimientos, y los recursos que te rodean, ya que éstos se convierten en un efecto amortiguador. ¿Te gustaría saber qué puedes hacer para convertirte en una persona resiliente?
En este artículo aprenderás qué es la resiliencia, como mejorarla y cuáles son las característica de una persona resiliente.
¡Comenzamos!
¿Qué es la Resiliencia?
Siempre que nos ocurre algo desagradable en la vida: un divorcio, la muerte de un familiar, un despido, o una agresión en plena calle,… sufrimos un grave golpe emocional del que a veces es difícil salir.
Nunca estamos preparados para acontecimientos traumáticos como estos pero, ¿cómo nos enfrentamos o recomponemos después de sufrir algo así? ¿Por qué algunas personas se recuperan antes y otras no? ¿Conoces a alguien que se haya quedado «atrapado» en el pasado de esos sucesos?
Los psicólogos hemos estudiado estos problemas durante mucho tiempo, al igual que a las personas resistentes que han sabido soportar episodios difíciles de la vida. La capacidad inherente de recuperación o readaptación que tienen algunas personas ha sido llamado resiliencia.
Un término adaptado de la arquitectura e ingenieria donde se usaba para medir la resistencia de materiales de construcción.
Para darle un enfoque académico a este artículo vamos a citar a varios autores que terminaron por contruir dicho concepto.
- Capacidad de los seres humanos para superar períodos de dolor emocional y situaciones adversas, saliendo fortalecido de ellas. (John Bowlby).
- Concepto genérico que se refiere a una amplia gama de factores de riesgo y su relación con los resultados de la competencia. Puede ser producto de una conjunción entre los factores ambientales y el temperamento, y un tipo de habilidad cognitiva que tienen algunos niños aun cuando sean muy pequeños. (Osborn)
- La resiliencia distingue dos componentes: la resistencia frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad, bajo presión y, por otra parte, más allá de la resistencia, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a las circunstancias difíciles. (Vanistendael)
- Resiliencia es saber afrontar la adversidad de forma constructiva. Saber adaptarse con flexibilidad y salir fortalecido del suceso traumático. (Santos)
Cualidades de una persona resiliente
Cuando nos enfrentamos a una tragedia, un desastre natural, un problema de salud, una relación, un trabajo o un problema escolar, la resiliencia nos indica la medida en que una persona puede adaptarse a los acontecimientos de su vida que suelen ser por lo general difíciles de superar.
Una persona con buena resiliencia tiene la capacidad de recuperarse más rápidamente y con menos estrés que alguien cuya capacidad de recuperación está menos desarrollada.
Todos tenemos la capacidad de recuperarnos, es más, nuestro cerebro está adaptado a superar casi cualquier cosa que nos ocurra, lo que diferencia a unas personas fuertes de otras son algunos factores que hacen de «colchón» cuando un obstáculo se nos presenta.
MUY IMPORTANTE: Una persona resiliente no quiere decir que no sufra o sienta la intensidad del evento traumático, esto solo nos dice que esa persona dispone de habilidades, recursos y estrategias que les permite superarlos con más o menos solvencia.
Entonces, ¿quiere decir esto que puedo aprender a ser más resistente y fuerte ante las sorpresas malas de la vida? Pues si.
Todos deberíamos estar continuamente aprendiendo habilidades de resiliencia que garanticen y aseguren nuestra felicidad y salud mental de cara al futuro.
La resiliencia es una actitud y un estilo de vida preventivo que debería enseñarse en los colegios.
Por otra parte, como cualquier habilidad humana, aprender una mayor capacidad de recuperación es algo que puedes hacer a cualquier edad, independientemente de tu ideología u origen, y sin importar tu educación o tus relaciones familiares.
Todo lo que necesita hacer para aumentar la resiliencia es tener la voluntad de hacerlo, nada más. Lee artículos como estos y confía en aprender algo diariamente como por ejemplo marcarte retos que mejoren tu calidad de vida y te hagan más productivos y felices.
Algunos aspectos y ejemplos de una persona resiliente:
- Son personas creativas, es decir, capaces de buscar soluciones a sus problemas de una manera original y efectiva.
- Son personas que conocen sus potenciales y capacidades, algo que mejora la autoconfianza para superar dificultades.
- Se rodean de personas fuertes y positivas y evitan a la gente tóxica.
- Practican mindfulness o deporte.
- Ven las dificultades como una oportunidad de crecimiento, un reto, una manera de aprender y hacerse fuertes, en lugar de verlo como algo enteramente negativo.
- Han desarrollado o tienen presente un plan de vida efectivo que les aporte bienestar y libertad. Tener una vida enfocada en tus pasiones te aporta libertad y control sobre las misma.
- No intentan cambiar lo que no se puede cambiar. Aceptan y se adaptan a la nueva situación.
- Son perseverantes y afrontan con cierto grado de humor las cosas que les suceden.
- No tienen reparo ni vergüenza en pedir ayuda a quienes le rodean. Utilizan su círculo social.
¿Cómo puedes aumentar tu resiliencia hoy mismo?
Para ser resiliente hay que tener dos cosas: motivación por el cambio, y confiar en que tú puedes hacer ese cambio.
Hay muchas maneras diferentes de aumentar la capacidad de resistencia emocional, aquí veremos algunos ejemplos de resiliencia que te resultarán útiles y te darán una idea para que lo practiques.
Relaciones con los demás
Tener relaciones de apoyo en su vida con su familia, amigos y pareja parece ser una base fundamental según nos informan recientes estudios e investigaciones sobre el concepto de resiliencia.
Como seres sociales que somos, mantener y cuidar diariamente nuestras relaciones con los demás, sobre todo con las personas importantes que nos escuchan y apoyan en momentos difíciles, nos aporta consuelo y un apoyo emocional indispensables. Este factor vale su peso en oro y es nuestra responsabilidad cuidar los vínculos afectivos.
Nuestro círculo de relaciones se convierte en un apoyo social vital tanto para aumentar como para mantener una resiliancia óptima y sana.
Cuando nos ocurre algo que nos supera debido a la dificultad que presenta, tendemos a sufrir emocionalmente y somos incapaces de pensar en positivo.
Las relaciones no solo son importantes dentro de la familia, sino también fuera de la familia. Por ello, en este blog, doy mucha importancia a la asertividad ya que ésta mejorará nuestra redo social vital, es decir, la cercana e importante.
Visión positiva de la vida
Una autoestima sana también es un factor resiliente que hay que destacar ya que las creencias e ideas que tengamos sobre nuestro potencial de superación será un empuje importante para superar el estrés, la ansiedad, y la tristeza que sobreviene después de un episodio difícil.
Uno de los módulos de #UnRetoAlMes trata sobre el desarrollo del autoconocimiento y la mejora de nuestros puntos fuertes y habilidades emocionales.
A través de estos entrenamientos y retos de superación, no solo estarás generando confianza en ti mismo/a sino que estarás adelantándote a lo que pueda ocurrir en el futuro.
Aprende a diseñar planes de vida
El desarrollo y creación de un plan o proyecto de vida supone la creación de «un camino vital» que conduce nuestras expectativas, sueños y deseos que amortiguan cualquier trauma.
Marcarte objetivos regularmente, ir completando tus metas y planes, y superarlos cada día un poco más, generará en ti confianza, productividad, y un patrón de vida diseñado por ti al que volver cuando algo se tuerce.
Uno de los ejemplos que no deberían faltar en ningún plan de vida es la práctica deportiva.
El deporte tienen muchos beneficios para nuestra salud mental y es un factor de resiliencia inigualable.
Nos aporta disciplina, objetivos, conocimientos de nuestras competencias más personales, genera en nosotros la capacidad de marcarnos retos, nos relacionamos con personas afines, nos aporta motivación y visión de superación, … etcétera. Puedo continuar y no acabaría nunca.
Practica deporte, por favor.
Entrenamiento en inteligencia emocional
Imagino que a estas alturas ya habrás leído mucho sobre la inteligencia emocional. Pues bien, es el momento de ponerlo en práctica.
Para mejorar tu factor de resiliencia emocional te recomiendo practiques meditación o mindfulness y aprendas a gestionar tus emociones.
Guía para construir tu propia resiliencia
La resiliencia podemos dividirla en dos: aquella que podemos mejorar, y aquella que no.
La parte inmutable de este concepto depende de nuestra personalidad, es decir, no podemos dejar de ser nosotros mismos. Por mucho que queramos cambiar, siempre habrá algo que será genuino a nosotros y será por tanto inmodificable.
Pero por suerte la resiliencia tiene un trozo grande que se aprende y se puede mejorar, solo una cosa, para convertirte en una persona con resiliencia debes tener paciencia, conocimientos y motivación.
Construir una resiliencia efectiva requiere de tiempo, esfuerzo, compromiso y enfoque, incluso tendrás que cambiar o alterar algunos hábitos en tu vida diaria, romper con creencias sobre la vida y sobre ti mismo, si es que eso impide que crezcas.
Es un proceso que requiere de meses de trabajo pero no te frustres, la resiliencia es una habilidad que podemos mejorar fácilmente con entrenamiento diario.
Por ejemplo, si estás leyendo esto es que estás teniendo una actitud de cambio y mejora, por tanto estás recorriendo el camino hacia tu propia resiliencia.
Para ello te animo a que leas más sobre psicología y coaching (déjame en comentarios si quieres que trate algún tema que consideras interesante), hagas deporte, practiques tu asertividad, medites y nunca nunca, dejes de creer en ti.