"¿Qué me está pasando?"

«¿Qué me está pasando?»

A veces nos resulta muy difícil designar con palabras o explicar cómo nos sentimos y que nos está pasando en un determinado momento. Nos sentimos a disgustos con nuestra situación y también con nosotros mismos, es como si algo dentro de nosotros impidiera que averiguáramos el origen de ese malestar y de qué es lo que me está sucediendo.

Dime cómo piensas y te diré cómo eres

Usamos palabras o frases como: «no me siento a gusto conmigo mismo«, «me siento perdido o perdida«, «no sé qué hacer con mi vida«, o «¿qué es lo que pasa en mi interior?«.

A veces, las palabras que usamos para preguntarnos el estado interno en el que nos encontramos no han sido elegidas todo lo bien que quisiéramos. Simplemente, cuando nos sentimos «raros», de mal humor, o con falta de motivación, asignamos esos estados usando palabras incorrectas que hemos venido usando toda la vida.

La PNL (psiconeurolinguística) nos aporta luz en estos momentos ya que centran mucho la atención en la manera y uso del lenguaje para comunicarnos tanto con nuestro interior como con el resto del mundo. Me apasiona esta disciplina y metodología.

Leer más te puede ayudar a identificar qué te está sucediendo

Pero no sólo el uso de estos términos obstaculizan la identificación de nuestras emociones o del estado anímico en el que nos encontramos en un preciso momento, sino que también influye la cantidad y complejidad del repertorio de palabras que tengamos incorporados., es decir, de nuestro nivel y riqueza cultural.

Desde hace años, diversos estudios sobre inteligencia emocional realizados en el ámbito de la educación infantil, pretenden que los niños desarrollen una identificación óptima de sus emociones, una expresión adecuada y una regulación de las mismas.

De la misma manera, la percepción emocional nos ayuda a mejorar nuestra interacción con el mundo y con nuestras propias emociones, ya que no podemos identificarlas si previamente no las percibimos.

Identificar emociones y reflexionar es un ejercicio de madurez

En el ejercicio de mejorar o cambiar de vida, el autoconocimiento y desarrollo de nuestro potencial identificativo del estado de ánimo y las emociones, se convierten en una herramienta de guía y adaptación a las situaciones diversas que nos vayan ocurriendo en la vida.

Es este el verdadero tesoro que la inteligencia emocional tienen aún por aportarnos.

Ponerse a pensar requiere de un esfuerzo grande, es un ejercicio de maduración interior y desarrollo personal en plenitud de nuestras competencias como ser humano y social.

Es más, opino que el ejercicio de insight o introspección guiada, puede ser una manera de organizar nuestros objetivos futuros así como de saber en qué momento de la vida nos encontramos actualmente.

Cómo cambiar

La actitud de mejora por nuestra parte nos permite empezar a buscar soluciones y a ver las cosas desde una perspectiva general. Como esa frase que dice: «que los árboles no te impidan ver el bosque».

Pero claro, no todo el mundo es capaz de enfrentarse a ese ejercicio.

No es raro habernos encontrado con personas que afirman no ser felices o no saber hacia dónde dirigir sus esfuerzos. Muchas de ellas no saben qué les sucede y ante el hecho de tomar una decisión, terminan errando al tomar la opción incorrecta por el hecho de no haber realizado un ejercicio de autoconocimiento.

Para ser feliz no sólo basta tener objetivos, sino que además, éstos deben estar en consonancia con nuestras emociones, pensamientos y deseos.