Aunque ya existe desde hace siglos y no debería venir nadie a «contarnos un cuento», la práctica de mindfulness y la meditación si que está desconcertando a muchos científicos al hilo de los resultados en estudios con resonancia magnética.
Pero, ¿qué repercusión tiene eso en nuestras vidas y en nuestra felicidad? ¿Practicas este estado de consciencia plena?
Vivir el presente
Suelo ser prudente y planear algunos detalles de mi vida, por ello a veces tengo amigos que me dicen: «ey tio, vive el presente«.
Yo les respondo que eso hago, aunque a veces, por mi prudencia y personalidad tiendo a tomarme un tiempo para «meditar» mi futuro y reflexionar sobre cosas del pasado.
Antes no era capaz pero ya consigo dominar la situación y no me dejo secuestrar por ese tipo de pensamientos.
Y ahora que hace años que lo conseguí, encuentro esa frase de «vivir el presente» como un mantra al que todos estamos obligados cumplir, como si la felicidad se nos fuera en ello, como si en el caso que no lo hagamos dejaremos de ser felices.
Pienso que debemos hacer ambas cosas: vivir el presente, y planificar el futuro.
La lucha entre ambas fuerzas depende de nuestra «sabiduria» y astucia, en definitiva, saber vivir.
El equilibrio
Ahora mismo estoy escribiendo en el ordenador, escucho cantar los pájaros fuera y acabo de tomarme un gazpacho andaluz. ¡Qué placer!
Pero me pregunto, ¿debo estar siempre centrando mi atención en el presente? ¿No resulta estresante y agobiante tener que dirigir mi atención cada vez que intento pensar en lo próximo que haré hoy o esta semana?
Vivir el presente tiene sus fugas. Es más, no creo incluso que sea una opción viable como estilo de vida, al menos al 100%.
Esta visión crítica llevaba un tiempo en mi cabeza, pero eso no quiere decir que no sea un camino para ser felices.
Las personas que tienen dinero estable, una vida acomodada y «sin problemas», puede que tengan más facilidades para «vivir el presente» y no pensar en el futuro.
Pero, ¿cómo le decimos eso a un padre de familia donde su puesto de trabajo es precario y gana poco dinero?
Vivir el presente no creo que le resulte fácil aunque sin lugar a dudas cuando está con sus hijos pequeños jugando en la playa o el parque el mundo se pare para él y se encuentre plenamente feliz.
Desde mi punto de vista, insisto en que la mesura, la templanza y la sabiduría de elegir qué momento queremos vivir y cómo es clave para vivir una vida sosegada y merecida.
