¿Cómo mejorar la asertividad?

¿Cómo mejorar la asertividad?

A veces soy un bocazas y hablo más de la cuenta, en cambio otras me quedo callado y no sé qué responder. Por ejemplo cuando estoy enfadado o disgustado por algo que me ha ocurrido es donde encuentro más dificultades. Sé que enfadarse es humano y todos tenemos derecho a ello en algún momento, pero el problema surge cuando no llegamos a comunicarnos de manera asertiva con la otra persona y vemos que nuestra relación empeora.

A lo largo de mi vida he aprendido algunas técnicas asertivas que quiero compartir contigo. Tanto para mejorar tus relaciones sociales, como para conocer gente nueva o hacer amigos, la asertividad es un pilar fundamental de nuestro éxito personal y profesional.

Seguramente tienes pareja o la has tenido, familia, jefe,… o un camarero antipático en el bar de la esquina. Tú sabes cómo se comunican contigo pero, ¿has pensado cómo te comunicas tú con ellos? o ¿De qué forma recibes el mensaje de los demás, es decir, cómo te lo tomas lo que otros te dicen? ¿Qué les contestas tú y cómo lo haces?

En este artículo vamos a abordar un tema interesante e importante que pasamos por alto en nuestro día a día, y esto es, cómo mejorar nuestra asertividad.

Somos seres sociales, y la forma que tenemos de relacionarnos afecta a nuestro éxito personal y profesional, es más, según Daniel Goleman y otros psicólogos conocidos, la inteligencia emocional es la clave de nuestra felicidad, y todo parte de mantener una relaciones sociales sanas y bien cuidadas.

¿Qué es la asertividad?

En este artículo no voy a extenderme sobre la definición ya que para eso tienes este otro artículo donde hablo sobre qué es la asertividad o en este otro donde puedes aprender algunas técnicas para ser asertivo.

Aún así te daré alguna información breve para que te sitúes un poco.

Ser asertivo es decir lo que piensas, sientes y deseas respetando la integridad de la otra persona, pero también respetando tus intereses. Es decir, podemos comunicar de manera educada y firme lo que deseamos utilizando un lenguaje y entonación que mantenga el respeto hacia el otro al mismo tiempo. 

El significado de asertividad parte de una base teórica, pero es algo que se comprueba en la práctica, en los resultados y en el día a día cuando interactuamos con nuestros semejantes, por ello la mejor de manera de aprender a usar este concepto es recurrir a ejemplos y técnicas de asertividad que puedan ayudarte a practicarla desde hoy mismo.

¿Qué puedes hacer para mejorar la asertividad hoy mismo?

¿Sabías que «Escuchar y Oír» no son la misma cosa?

«Para dialogar, preguntad primero, luego escuchad» Antonio Machado

Lo primero es saber diferenciar estos dos términos.

Si alguien te pregunta y no contestas, aunque no lo sepas, ya estás comunicando algo. Ese concepto antiguo sobre que la comunicación es unidireccional está desfasado. Si nuestro receptor no dice nada y ni siquiera mueve un músculo de la cara, ya nos está diciendo algo.

Siempre estamos comunicándonos. No decir nada, ya es decir algo.

Comunicarse es cosa de dos.  Si uno no quiere, difícilmente podremos llegar a un acuerdo. Pero podemos persuadirle a dar el paso 😉

Existen dos habilidades sociales importantes que debemos practicar y entrenar: la percepción emocional, y la escucha activa.

La percepción emocional es un componente de la inteligencia emocional que consiste en saber captar (en este caso percibir) el posible estado emocional en el que se encuentra la otra persona. Es un concepto muy relacionado con la empatía y nos sirve para moldear nuestro mensaje adaptándolo a las circunstancias.

Por ejemplo, si una persona está enfadada con nosotros, podemos generar una respuesta adaptada a ese contexto si previamente hemos podido percibir ese estado emocional en el que se encuentra.

Las opciones pueden ser usar un tono más bajo, mirar fijamente a los ojos, usar palabras que demuestren que estás entendiendo su frustración e ira, y sugerirle que si habla de manera calmada podrás entenderle mejor y encontrar una solución. 

Por otra parte la escucha activa es una manera de comunicarle a la otra persona que te importa lo que está diciendo pero sin que tú necesites emitir ni una sola palabra.

Un ejemplo de ello es asentir con la cabeza cuando dice algo interesante o que en mitad de una discusión es beneficioso para ambos. Otro ejemplo es mirar fijamente a los ojos sin distraernos ya que la otra persona puede mal interpretar eso como falta de interés por nuestra parte.

¿Usas tu inteligencia emocional de manera adecuada para comunicarte?

Percibir los pájaros por la mañana o la lluvia es una cosa, lo que quiere decirnos nuestra pareja cuando llega del trabajo cansada y estresada, es otra.

Las personas que se comunican a través del chat o whatsapp ven limitada la aplicación de sus habilidades en inteligencia emocional ya que es un medio de comunicación deficiente y en el que nos resulta difícil empatizar con la otra persona y generalmente mal interpretamos lo que nos dicen.

Esto nos dice que para tener una buena comunicación de nuestros intereses y mantener la salud al mismo tiempo de nuestras relaciones, es necesario el uso de un buen canal de comunicación y la utilización de todas nuestras habilidades, entre ellas la inteligencia emocional.

Este concepto, sin extendernos, engloba 4 términos importantes que puedes aplicar para ser asertivo o asertiva, que son:

  1. Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo es la clave de la inteligencia emocional. Yo para desarrollar esta parte recurro a la práctica de mindfulness ya que me ayuda a aclarar el estado emocional en el que me encuentro y entrenando esta visión me ayuda a identificar rápidamente cómo me encuentro en situaciones cotidianas. Cuando descubres que no somos lo que pensamos ni lo que sentimos en una situación, nos sentimos más libres de actuar.
  2. Manejar las emociones. Una vez que conocemos los tipos de emociones que existen y hemos aprendido a conocer las propias y en qué situaciones suelen aflorar, nos encontramos ante la capacidad de serenarnos y de canalizar la irritabilidad, la ansiedad y o la ira.
  3. La propia motivación. La capacidad de superar obstáculos mentales como los prejuicios o bloqueos que menguan nuestra autoestima y nos impiden crecer, es un tema que me apasiona y por ello llamé a mi blog Up ↑ titud. La capacidad de controlar nuestra actitud y dirigirla con motivación y conocimiento hacia objetivos que consideramos importantes, es para mi el éxito en superación personal.
  4. Reconocer emociones en los demás. La empatía, o la capacidad de ponerse en el lugar del otro, nos ayuda a mejorar nuestras relaciones ya que nos da una idea de en qué situación está la otra persona. entenderemos mejor su comportamiento y podremos tomar decisiones en contextos difíciles donde necesitemos resolver un conflicto.
  5. Manejar las relaciones. No es nada fácil gestionar relaciones, crear vínculos y confianza, y persuadir o sugerir cambios en las otras personas. Es más, este tema es una ciencia en sí misma llamada liderazgo y comunicación y que se estudia hoy en día en profundidad en empresas importantes de todo el mundo. Lo que quiero decirte con ello es que es un campo de estudio en constante evolución, no desesperes si algo está saliendo mal en tu círculo social. Te animo a que sigas aprendiendo.

Por todo ello, la asertividad nos exige tener una actitud conciliadora con la otra persona, un esfuerzo en definitiva por nuestra parte, pero su potencial, en negocios o en la vida personal, es casi mágico.

Puede hacernos cambiar nuestra situación actual y nuestro futuro inmediato tan solo cambiando la manera con la que nos comunicamos.

¿Por qué las personas asertivas son más sexis?

Aunque en un artículo hablo del efecto halo y de cómo afecta en nuestra percepción, hay que reconocer que su poder en la asertividad tiene mucho que decir.

Todos conocemos a alguien que tiene templanza, prudencia, y diálogo, ¿qué piensas de esas personas? ¿Las contratarías? Y si es un amigo, ¿le confiarías un secreto? ¿Contarías con él si tienes un problema? ¿Le ayudarías en el futuro?

Podemos estar enfadados, preocupados, ser impacientes,… pero todas estas situaciones nublan nuestra capacidad de comunicación asertiva. Por ello, tener una actitud de asertividad supone abandonar, en una determinada situación, nuestro ego, aquello que tenemos que decir.

¿Dónde y cuándo tener especial cuidado con tu asertividad?

Con tu pareja, amigos o relaciones familiares

La asertividad en pareja es un tema que me encanta, ya que determina, en muchos aspectos, el éxito o fracaso de la relación, la convivencia, el respeto, y también de nuestros esfuerzos por tener un hogar y una familia.

Es más, las parejas de éxito, es decir, aquellas que afirman llevar muchos años juntos y seguir enamorados y felices, aseguran que cuando discuten o  tienen que hablar y solucionar algún asunto, se sientan y dialogan explicando en primer lugar sus emociones, y no usando un lenguaje directo que resulte ofensivo para la otra persona.

Nuestra productividad diaria en el trabajo depende en gran medida de tener una vida sosegada y equilibrada donde podamos concentrarnos en nuestros objetivos, por ello, una sana relación de pareja puede aportarnos la estabilidad y motivación que necesitamos para que consigamos el éxito que queremos.

¿Crees que tienes razón? ¡Cuidado!

Seguramente te has dado cuenta ya de que el «ego» a la hora de escuchar a alguien, empatizar, incluso dar o no la razón a la otra persona, actúa como una pantalla impermeable que pretende  imponer nuestro punto de vista sobre el del otro. Casi deberíamos calmarlo cada vez que discutimos con alguien. Aunque eso nos resulte difícil.

Pero no todo es negativo, es decir, a este «ego» podemos sacarle una ventaja, podemos aprender de él. Pero, ¿cómo?

El conocimiento es poder, así que conocer esta parte de tu naturaleza humana te servirá para comprender y tolerar el posible comportamiento de la otra persona cuando intenta, por todos los medios, convencerte de su punto de vista.

Es decir, aprender cómo funciona tu ego, te puede servir para comprender cómo funciona el de la otra persona y qué es lo que pretende alguien cuando intenta convencerte de lo que quiere.

Esta toma de consciencia te dotará de más control a la hora de reaccionar en tus respuestas.

Por ejemplo, antes era una persona que pretendía que todo el mundo (mis amigos y familia) pensaran como yo sobre un determinado tema. Debatía y luchaba intentando que mi opinión fuera la única válida, y si no pensaban como yo, me sentía mal. Pero aprendí algo, y es que estaba equivocado por completo.

Observé cómo me había estado comportando y qué sentía en esas situaciones pasadas, y, aunque nunca dejamos de aprender, actualmente me sirven para identificar cuando a la otra persona le está pasando algo así y poder controlar la relación acercándome emocionalmente. 

Que comprendamos a la otra persona cómo se siente, no significa darle la razón, pero tampoco debemos aferrarnos a nuestras ideas por encima de todas las cosas. En un conflicto «ninguno tiene razón, y todos la tienen al mismo tiempo«.

En parejas o familia, donde la carga emocional es muy fuerte, puede resultarnos más complicado controlar nuestros enfados, por ello hay que prestar más atención a este punto.

Con una actitud conciliadora conseguirás llevar el control de cualquier situación de una manera calmada, diplomática, y controlada.

En situaciones bajo presión, como por ejemplo en el trabajo

Si no estamos enfadados, frustrados o molestos, por norma general no hace falta que usemos la asertividad, ya que lo normal será que pensemos con claridad.

Sin enfados solemos ser personas racionales, «educadas», incluso inteligentes, situación que nos permitirá elegir correctamente las palabras, el tono y las formas.

Pero, ¿que pasa si no estamos calmados? ¿Que pasa si hay algo que nos ha molestado y nos dejamos llevar por esa emoción? Aquí si tendremos que tener cuidado si queremos conseguir resultados, intentar dejar nuestras emociones a un lado, tener la mente fría, y aplicar algunas de las técnicas que ya conoces.

Así que cuando te enfades, saca tu arsenal de asertividad para controlar la situación.

Lo primero es reducir el fenómeno de tirantez entre nuestras ideas o creencias y las que la otra persona intenta explicarnos o decirnos la llamamos los psicólogos Disonancia Cognitiva.

En negociaciones de alto nivel, ya sea en una gran empresa o incluso en una negociación policial con rehenes, este concepto es muy importante. Detectar en qué nivel de tensión nos encontramos con el receptor evitará que entremos en confrontación y se «cierre» en su argumento.

Las personas que triunfan en la vida suelen manejar muy bien ciertas técnicas de asertividad, cuidando y tejiendo estratégicamente su red social.

Son personas que eran que mejorar la asertividad un poco cada día, y corregir posibles errores en su comunicación, les hace avanzar hacia sus objetivos.

Objetivos que pueden ir desde aumentar las ventas de un producto, hasta llevarse bien con sus hijos o la profesora del colegio.

Dos libros sobre asertividad que cambiaron mi forma de relacionarme

A continuación te dejo algunas obras que considero importantes y que seguro te ayudarán a mejorar tu asertividad.

Ambos libros marcaron un antes y un después en mis relaciones. Ahora conozco técnicas que me ayudan a ampliar mi círculo de amistades siempre que quiero, he ganado confianza en mi mismo y he aprendido a escuchar a los demás, aunque reconozco que sigo aprendiendo 🙂