El estudio es algo que está en nuestras vidas desde muy pequeños. La exigencia también lo es, y el uso efectivo de nuestra memoria y estrategias de retención (aunque algo inherentes si que son) dependen en cierta medida de las técnicas aplicadas y de encontrar el mejor método de estudio.
Desgraciadamente, en la escuela no nos enseñan a estudiar, aprendemos con los errores, con el esfuerzo, y siempre en la fina línea de tirar la toalla en cuanto nos proponemos superar un examen, sea el que sea.
Para algunas personas, debido a sus inquietudes, estudiar y superarse es algo que no solo acaba cuando termina el colegio o el instituto, si no que continua hasta la universidad y mucho más allá, haciendo del estudio su forma de vida.
Pero también surgen retos difíciles como estudiar oposiciones que, para quien no sepa qué son (por ejemplo en algún país de América), se trata de exámenes y pruebas de acceso a un empleo público o funcionariado, es decir, trabajar para el Estado principalmente.
La dificultad está ahí, siempre la hemos sufrido, y la manera con la que abordamos un examen depende de nuestros conocimientos de técnicas de estudio, además de otras características personales y circunstanciales como las siguientes:
- Desesperación: a veces superar una prueba se convierte en algo determinante en nuestras vidas, bien profesionales e incluso personales, cuando consideramos el aprobado como un aspecto de superación y realización. Claro, cuando nos jugamos mucho, podemos vernos inmersos en un halo de ansiedad y estrés que hacen de ese reto algo aversivo.
- Automotivación: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos recurriendo a innumerables técnicas de empoderamiento personal son clave independientemente de la circunstancia en la que nos encontremos, pero a veces nos motiva el propio aprendizaje, y otras el reconocimiento social o el premio económico que obtendremos al conseguir tal puesto de trabajo.
- Ira: este aspecto es algo que he conocido en alguna ocasión y que va ligado a la desesperación y la automotivación. Sinceramente me ha servido para terminar mis últimos años de carrera en la universidad ya que llegó un momento en que «me cansé» literalmente de no avanzar y sentir que estaba perdiendo el tiempo. Así que me puse las pilas y aquí estoy.
- Contexto: todos sabemos que nuestra situación personal, económica, ambiente de estudio o estado anímico, afecta considerablemente nuestro rendimiento, concentración y capacidades. Es crucial encontrar el momento, construirlo si es preciso, para de una vez por todas superar tan anhelada prueba.
Seguramente hay mas aspectos pero no quiero enrollarme demasiado, prefiero que vayamos al método de estudio que yo aplico y que he ido perfeccionando con los años (y seguiré haciéndolo) y que espero te sirva y te inspire para que tu también encuentres el tuyo propio.
¡Ah! Y compártelo conmigo, no te lo quedes para ti 🙂
Método de estudio para oposiciones y exámenes de universidad
Lo más probable es que cuando lo leas digas «pero si eso también lo aplico yo», pues vale, significa que dos personas que no se conocen están dando con la clave a la hora de estudiar para un examen, posiblemente sea científico o perteneciente a la condición humana, quien sabe.
Los dos primeros apartados que verás a continuación debes hacerlos el primer día, para luego volver a repasarlos el segundo y tercer día.
Es importante que al principio vayamos con calma, familiarizándonos con el temario al mismo tiempo que vamos preparando nuestro cerebro, oxigenándolo, para lo que está por venir los próximos días, semanas y meses.
¡Vamos allá!
Estúdiate el índice
Si. Sea lo extenso que sea, cuando tienes delante de ti un libro, o una montaña de apuntes, lo primero que debes estudiarte es el índice. Ahí viene recogido todo lo que debes saber, es una gran oportunidad que ya nos dan mascada, digerida, es esencial que lo hagas porque:
- Te ayudará a saber qué cantidad debes estudiar
- Te dará una idea de cómo está distribuída la materia, qué aspectos son más importantes por la cantidad de páginas que le dedica la obra y que subapartados tiene.
- Conseguirás calcular el tiempo de estudio y trazar una agenda: cuando comenzar y sobre todo, cuando debes acabar de estudiar.
- Aprenderás conceptos y terminologías que luego deberás definir y dominar.
Lee con atención y comprensión la introducción
La introducción de un libro contempla la idea general del temario pero también la intención del escritor, qué quiere conseguir con esa obra y por tanto qué vas a aprender.
Cuando hayas estudiado todo el libro vuelve de nuevo a la introducción, cerrarás el círculo de toda la materia y obtendrás una comprensión global de la misma.
Subraya los términos que incluyan otros más importantes como apartados, subapartados o incluso el propio título del libro.
Si por ejemplo estás estudiando «Introducción a la dinámica de fluidos» o «Administrativo del Estado: gestión de personal», fíjate en aquellos conceptos relacionados con el título.
Lee por trozos
Bien, dicho esto, vamos a meternos ahora de lleno en el fango. La idea es que no comencemos a leer y subrayas como locos. Ten en cuenta que ya nos sabemos el índice y hemos comprendido y subrayado términos de la introducción.
De momento podemos creer que hemos perdido dos o tras días por no habernos dedicado al capítulo uno directamente, pero no. Verás poco a poco como lo aprendido hasta ahora te servirá más adelante.
Un aspecto clave que quiero que entiendas a la hora de abordar un libro (que imagino serán varios más pero iremos poco a poco):
si estas subiendo una montaña, al principio te sentirás animado por el paisaje pero pronto estarás exhausto ya que acabas de comenzar a andar y tu cuerpo (en el caso que nos concierne, nuestra mente) no está aún oxigenada, los músculos están fríos y nuestro cuerpo aún no se ha habituado a la altitud. Si tienes paciencia, bajas el ritmo pero sin tener una pausa, y continuas subiendo, habrás superado una barrera psicológica que a gran parte de los aspirantes ha dejado atrás.
Pero más adelante nos ocurrirá algo. La próxima barrera será aún más difícil.
Imagina que llevamos la mitad del camino y ahora no miramos a nuestro alrededor. No nos fijamos en los árboles, el riachuelo que serpentea a nuestra derecha, no nos llama la atención los pájaros que van de rama en rama. Ya todo eso comienza a perder nuestro interés, ahora lo que hacemos es mirar hacia arriba. ¿Por qué? Porque vamos buscando poco a poco, inconscientemente, la deseada cima.
Pero aquí viene lo peor, no la vemos. Solo hay subida y más subida, rocas y más rocas, frío y silencio. El final no se ve, no llega, y comenzamos a sentirnos más fatigados, nos molesta todo cuanto cargamos en la espalda y beber agua o tomar una galleta más, no nos consuela.
Algo parecido ocurre con el estudio, pasamos barreras psicológicas, cambiamos a lo largo de ese reto, y a veces incluso nos enfadamos con nosotros mismos, dudamos de si hemos elegido el camino correcto, o maldecimos al mundo entero por esta «injusticia» tan dolorosa.
Es habitual encontrarnos en situaciones así cuando tenemos delante nuestra varios libros y apuntes que debemos memorizar, por ello ir paso a paso, poco a poco, es vital. No intentes ver toda esa montaña de datos e información, cíñete solamente en el siguiente paso, el siguiente apartado, el siguiente capítulo.
¿Lo lees todo o memorizas tema por tema?
Cuando he tenido que estudiar algo, a veces, lo he leído todo para luego comenzar por esquematizar. Es decir, he preferido leer todo el libro, subrayando lo más importante y obteniendo una comprensión de la obra en general, y otras veces he ido capítulo por capítulo y no me he permitido avanzar al siguiente si no he conseguido entender y memorizar por completo el que estoy leyendo.
Aquí existen controversias por ello lo dejará a tu antojo, a tu elección ya que dependerá del tiempo que tienes para estudiarlo y de la cantidad de material que tienes delante. Si por ejemplo tienes poco tiempo y el examen es tipo test, te recomiendo leer todo y subrayar ya que los exámenes tipo test evalúan más la memoria de reconocimiento.
En cambio si dispones de tiempo estudiaría capítulo por capítulo para finalmente, una vez estudiados todos, leer de nuevo completamente para obtener una comprensión total.
Si te has fijado, en el primer punto vamos de lo global a lo particular, y en el segundo hemos estudiado los temas y sus términos y datos importantes, para luego terminar por una lectura de comprensión y profundización.
Esto es debido a que nuestra memoria funciona de manera diferente si memoriza datos concretos a si lo hace con datos generales. Los primeros son más fáciles de olvidar, los segundos, como atienden a nuestra memoria a largo plazo, solemos retenerlos mejor y en un examen tipo test estaremos más cerca del 5.
El uso de esquemas en el método de estudio
Los esquemas son fundamentales y parten del primer estudio que hicimos del índice. Ahora, una vez estudiado todo, es momento de hace esquemas.
Para ello utilizaremos colores, flechas, mayúsculas, y todo cuanto necesitemos que nos de pistas visuales para su fácil reconocimiento.
Es común usar dibujos, números, etcétera. Por ejemplo yo funciono muy bien haciendo caricaturas o inventando una escena. Además también se me dan bien los números, los recuerdo fácilmente. Suelo recordar la fecha de cumpleaños de amigos y amigas, y ellos nunca me felitican ;(
Por ejemplo, imagina que tienes que recordar 7 palabras que consideras importantes como puntos de un concepto que has subrayado:
- Tela
- Bombilla
- Camión
- Siesta
- Payaso
- Gallina
- Cinturón
- Sombrero
- Resfriado
- Estrella
Para no olvidarnos nunca de estos conceptos podemos imaginarnos una situación: un payaso con mocos (resfriado) durmiendo la siesta con una bombilla en la cabeza acostado encima de un camión, atado con un cinturón y tapado con una tela, y a su lado una gallina con un sombrero. Sobre ellos, una estrella.
¿A que ahora lo ves más claro?
Cuál es el mejor método de estudio
Posiblemente sea aquel que ha ido perfeccionándose con el tiempo pero partiendo de una base que te ayude a dar los primeros pasos, saber por donde abordar la temática y sobre todo, por encima de todas las cosas, tenacidad y paciencia.
El control emocional es clave.
Pues bien, espero haberte ayudado y recuerda, suscríbete al blog.