Lejos de crear un precedente, me atrevo a llamar a esta meditación de la que voy a hablar: meditación dinámica mental. Una forma diferente de meditar, viajar y sentir, cuestionándonos aspectos esenciales de nuestra vida, de nuestra identidad, de nuestro ser.
En este caso no es el cuerpo quien se mueve, como en la meditación dinámica de Osho que practiqué en Suecia, sino es la mente.
¿En qué consiste esta meditación?
Esta meditación existe desde siempre, pero no he oído hablar de ella hasta hoy mismo, que se me ha ocurrido el nombre. Perdona por este sarcasmo, pero es que quien me conoce por el apodo de «boba», sabe que cuando era pequeño me quedaba «embobado» mirando árboles, nubes, el horizonte…. y hoy, gracias al confinamiento que estamos teniendo en España, y el resto del mundo, he vuelto a mirar vídeos de música relajante en Youtube para darle a mi mente ese regalo que en tiempo de crisis, como la que vivimos, necesita para sentirse libre.
Desde hace un par de años o tres, veo los vídeos de un canal que se llama Soothing Relaxation.
La calidad de sus imágenes, la música, y el sosiego al que me llevan lo comparo con una meditación placentera donde mi cerebro por completo se recrea en esa percepción embaucadora de viajar y sentirse libre por completo.
¿Qué podría aportarte ver estos vídeos relajantes?
Supongo que las personas que sufren o han sufrido confinamiento como las que describo en el artículo anterior, han realizado este tipo de acciones como recursos vitales para no sucumbir a su aislamiento.
Nosotros tenemos la suerte de hacer clic y ya está, viajar y relajar nuestra mente, al mismo tiempo que nos cuestionamos algunas cosas sobre nuestra vida.
Es una forma dinámica de meditar a la vez que existencialista, ya que difiere del mindfulness u otro tipo de meditación donde se centra o bien en sentir o bien en observar pensamientos y emociones realizando un ejercicio.
Es como cuando vamos en tren y dejamos perder nuestra mirada tras el cristal, consumiendo paisajes que alimentan nuestros sueños: árboles, tendido eléctrico, otro árbol…. una vaca… y entre toda esa ensalada de belleza simple, estamos nosotros, acariciando con nuestros sentidos, con nuestra propia identidad de ser vivo, y dejándonos apoderar por una magia que ni la ciencia ni el más osado poeta puede describir.
El poder de nuestra mente
Tenemos uno de los instrumentos mas poderosos de todos pero la educación que hemos recibido no ha potenciado lo único que nos diferencia de una piedra, nuestra mente.
Algunos deciden ser avariciosos, especuladores, críticos y fanáticos de sus ideas, cuando en realidad, en nuestra mente, nuestro cerebro, reside el poder de ser libres, crecer, y mejorar este mundo comenzando por mejorar nosotros mismos (como describe en su libro Eckhart Tolle en «Un nuevo mundo, Ahora«)
Este planeta, el único que tenemos, es un lugar increíble, variado, enriquecedor.
La especie humana, o ya sea nuestra capacidad de consciencia en el cuerpo de otro ser evolucionado, podría haberse desarrollado en otro planeta diferente con menos recursos, árido y sin tanta variedad de paisajes y especies. Pero no, estamos en este, y apenas le hacemos caso.
Recuerda que nuestra mente, nuestra capacidad de tener identidad, pensar y reflexionar, es producto de una evolución rica en experiencias, dinámica, adaptable. Por eso ahora puedes leer esto, ver y sentir. Y todo se lo debemos a este planeta, a sus condiciones, a su estabilidad, que ha hecho posible una evolución exigente llamada ser humano.
Cuando veo los vídeos que comento, parece que cualquier problema, mientras sepa que puedo ser libre, se disipa, es superable, se banaliza y esfuma.
Te invito a que hagas lo mismo y compartas tu reflexión. Me encantará saber que te sugiere esta experiencia.
Hasta prontoooo!!