Usa estas 9 habilidades sociales para mejorar tus relaciones

Usa estas 9 habilidades sociales para mejorar tus relaciones

En un artículo anterior hablamos de las habilidades sociales básicas que forman parte del pilar de nuestras relaciones y comunicaciones con los demás. En este artículo trataremos de ir un paso más allá mejorando nuestras habilidades sociales para llevarlas a un nivel útil y práctico donde podamos usarlas en el trabajo, con amigos o en nuestras relaciones personales.

¡Vamos allá!

¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales se componen de técnicas, recursos y actitudes que van dirigidas a mejorar nuestras relaciones sociales, perseguir y conseguir objetivos de éxito en el grupo y establecer lazos de unión que mejoren nuestra calidad de vida.

Desde mejorar el diálogo y la argumentación, hasta saber percibir e interpretar emociones en otras personas, las habilidades sociales complejas o avanzadas nos permiten tener éxito dentro de un grupo, sea de amigos, profesional o si en algún determinado momento tenemos que hablar en público o delante de una cámara de vídeo.

Sea cual sea el contexto y nuestras intenciones, las habilidades sociales y comunicativas nos acercan a nuestros objetivos, mejora nuestra autoestima y potencia nuestra inteligencia emocional haciendo de este mundo, un mundo mejor.

¿Cuáles son las 9 habilidades sociales que deberías practicar?

A continuación veremos cuáles son esas habilidades sociales punto por punto, aún así te recomiendo que hagas el curso completo haciéndote suscriptor aquí.

1. Empatía

La empatía nos permite interpretar lo que la otra persona quiere decirnos desde una perspectiva emocional.

Es decir, no solo es ponernos en el lugar de la otra persona, sino ser capaz de identificar cómo se siente, entender su preocupación o malestar, poder experimentar alegría o tristeza cuando estamos hablando con alguien sin que en realidad nos esté pasando a nosotros.

¿Para qué sirve la empatía?

La empatía nos ayuda a estar conectados con esa persona, no solo por estar escuchándola, mirándola a los ojos, o afirmando con la cabeza que la entendemos, sino que nos permite crear un argumento adaptado a su estado emocional, algo que nos permite conectar y estar en sintonía con ella.

Nos ayuda a resolver conflictos, acercar posturas y encontrar soluciones. Además, al fortalecer el vínculo a través de el entendimiento emocional y no solo del lenguaje, generaremos confianza en la otra persona.

2. Inteligencia emocional

La inteligencia emocional es una habilidad social que forma parte de nuestra personalidad pero que podemos mejorar y entrenar con el fin de mejorar nuestras relaciones.

Se compone de varias cuatro fases o dimensiones como son;

  • Percepción emocional
  • Identificación de las emociones
  • Gestión y control emocional
  • Expresión emocional

¿Para qué sirve la inteligencia emocional en nuestras relaciones?

Yo diría que si no hay inteligencia emocional, estaríamos hablando con una piedra o con un árbol.

Todo el mundo tiene en mayor o menor medida inteligencia emocional, ya que somos emocionales y sociales al mismo tiempo. Lo que ocurre es que algunas personas no la entrenan, no la practican, o ni siquiera saben que existe.

La tienen pero como si no la tuvieran.

La inteligencia emocional nos ayuda a comprender a la otra persona emocionalmente, igual que también para entender nuestro propio estado emocional.

Nos sirve para adaptar nuestro mensaje cuando hablamos con alguien, y a controlar o gestionar nuestras emociones, bien cuando nos relacionamos, o bien cuando estamos solos.

Es en definitiva una parte esencial de nuestra inteligencia que precisamente nos hace humanos, valiosos, y con una gran capacidad de adaptación y comprensión del mundo, del entorno y del valor que tiene interactuar con otros.

3. Expresar sentimientos y emociones

A la hora de expresar sentimientos y emociones cuando hablamos con otra persona, debemos adaptarlos a la situación e hilo de la conversación. Cierto es que en determinados momentos podemos sentirnos desbordados, pero la manifestación de las emociones no siempre puede ser la correcta.

Sean emociones negativas o positivas, debemos contar con la confianza de la otra persona. Cierto es que podemos ser espontáneos pero expresar sentimientos es algo íntimo y puede malinterpretarse o la otra persona puede usarlos en nuestra contra.

Es por ello que hay que hacerlo de manera correcta. Basta con que la otra persona haya entendido cómo nos sentimos en ese momento para que la comunicación haya sido eficaz.

¿Para que sirve expresar emociones y sentimientos?

No es común expresarnos de esta manera con personas que no conocemos (a no ser que sea un psicólogo).

Lo habitual es hacer lo con personas que conocemos y es por ello que el ambiente de la conversación se carga emocionalmente y tenemos a actuar de manera colérica (en el caso de una discusión) en lugar de expresar a la otra persona cómo nos sentimos.

Es decir, comunicar a la otra persona de manera adecuada el estado emocional, el daño o el dolor que sentimos en ese momento al hilo (supuestamente) de que la otra persona nos haya hecho daño en algo.

Esto es más importante que reaccionar directamente con ira, gritando o haciendo sentir mal a la otra persona sin haberle explicado antes cómo nos sentimos.

Si lo que queremos es que a la otra persona le llegue el mensaje, debemos hacerlo de manera que no resulte un «ataque», si no la otra persona se «cerrará» para defenderse y estaremos perdiendo una oportunidad de que nos entienda.

4. Asertividad

La asertividad es considerada un arte en sí mismo, porque en ella entran en juego aspectos de la inteligencia emocional y también de un uso del lenguaje con destreza y determinación.

La asertividad es muy valiosa para determinados puestos de trabajo. Ninguna empresa o jefe quiere a alguien que no sepa mediar con clientes, compañeros de trabajo o con otras empresas.

En situaciones donde nos solicitan algo, hay conflictos, o creemos que estamos en riesgo, usar la asertividad puede ser nuestra salvación.

He dicho antes un arte porque transmitir a la otra persona, mediante un uso del lenguaje y la argumentación que entendemos cómo se siente la otra persona pero que no estamos de acuerdo con lo que nos solicita, y que además no se enfade por ello, es una habilidad que requiere el uso de diferentes habilidades sociales.

¿Para qué sirve la asertividad?

La asertividad nos proporciona carisma, seguridad y confianza, y además protege nuestra autoestima ya que estamos comunicando adecuadamente cuáles son nuestros derechos, intenciones y objetivos, respetando al mismo tiempo los de la otra persona.

La asertividad tiene un valor incuestionable a la hora de ser personas productivas, conseguir nuestros objetivos y ganar valor en nuestro sector.

5. Escucha activa

La escucha activa consiste en escuchar de una manera que favorezca la comprensión y la conexión entre dos personas.

Por ejemplo haciéndole ver a la otra persona que la estamos oyendo, que entendemos cómo está y qué nos está intentando transmitir.

Además, es también escuchar sin juzgar, es decir, sin interrumpirla porque queramos añadir algo sin dejar que haya terminado de hablar.

¿Para qué sirve la escucha activa?

La escucha activa sirve para establecer una comunicación eficaz y sana al mismo tiempo.

Transmitir a la otra persona que su situación y su mensaje es importante para nosotros, que tiene toda nuestra atención y que nos interesa lo que nos cuenta, es la base de la comunicación entre iguales.

Esta actitud de escuchar activamente nos permite también entender lo que nos dicen sin que nuestros pensamientos, ideas, o prejuicios sobre lo que nos dicen afecte a la creación del argumento que nos toca decir a continuación.

6. Búsqueda de soluciones

Esta habilidad social nos permite centrar nuestra atención en aspectos físicos, cuantificables y en definitiva objetivos con el fin de argumentar mensajes enfocados en buscar soluciones y no tanto en divagar o dar círculos.

El mensaje, en ocasiones, debe ser algo escueto y directo para que vaya focalizado en buscar una salida a un problema.

¿Para qué sirve una comunicación centrada en buscar soluciones?

Fíjate que hemos hablado antes de sentimientos y emociones y ahora hablamos de un aspecto más pragmático enfocado a la búsqueda de una solución al problema que nos atañe.

Pero por el mismo motivo, entender los sentimientos de la otra persona, empatizar con ella, tener una escucha activa y saber gestionar y controlar nuestras emociones, es algo previo que debemos haber trabajado con el fin de que este paso de buscar soluciones sea efectivo.

7. Negociación y diplomacia

La negociación, dentro de las habilidades sociales, es un nivel superior a los anteriores que necesitas de haber entrenado en los aspectos que hemos visto.

No podemos tener capacidad de negociación sin antes haber entrenado la escucha activa, la inteligencia emocional o la asertividad.

La negociación o el acto de ser diplomático con otros es una capacidad que persigue buscar una solución que beneficie a ambos bandos pero en la que también ambos deben ceder un poco ya que se entiende que en un proceso de negociación hay un conflicto de intereses.

¿Para que sirve la negociación dentro de las habilidades sociales?

Pues sirve para muchas cosas. Claro está que dependiendo de lo que tengamos en juego, nuestro nivel de estrés y tensión serán más o menos altos. Por ello la importancia de la inteligencia emocional aquí.

No es lo mismo negociar con un político (alguien experimentado y entrenado en este campo) que negociar con tu hijo para que te deje dormir un poco ya que luego vas a sacrificar ver una película por jugar con él (no sé si negociar con un hijo es éticamente correcto 😉 ).

8. Reconocimiento, aceptación y humildad

A la hora de establecer relaciones sanas y productivas con otras personas, es de vital importancia transmitir en determinados momentos que somos personas humildes, que reconocemos y aceptamos nuestros errores.

La dificultad de aceptar errores es propio del ego, un orgullo ciego que nos impide mejorar.

¿Para qué sirve aceptar errores?

Aceptar errores y comunicarlo a la otra persona indica que estamos abiertos al cambio, a mejorar, y que en un determinado momento pudimos equivocarnos.

Este fluir en la amistad o en el trato será interpretado por la otra persona que avanzamos por ser mejores, que queremos superarnos y que nuestra intención es acercar posturas.

Además, estaremos diciéndole que tenga esperanzas en nosotros, algo que importante para futuros encuentros.

9. Nuestros derechos y los de los demás

Aunque te parezca raro, existen unos derechos básicos universales que protege a todo ser humano.

Esos derechos van desde el poder decir «no», pensar y opinar de cualqueir tema por muy diverso o diferente que sea y además compartirlo con otras personas.

Estos son derechos fundamentales y que, en mitad d euna conversación debemos tener en cuenta.

Nadie puede quitarnos ese derecho a expresar y sentirnos libres. Pero claro, también la otra persona tiene sus derechos.

Nuestro deber por tanto es respetar los de los demás y no transmitir un mensaje de odio, juicio u ofensivo hacia nadie.

¿Para qué sirve?

A veces solemos decir si, aceptar peticiones o mandatos sin haber tenido en cuenta que estamos en nuestro derecho de decir no.

La otra persona puede que se enfade, que insista o que cambie su postura ante nosotros, pero ese no es nuestro problema, es suyo. Nosotros defendemos nuestros intereses igual que esa persona defiende los suyos.

Es por ello que el respeto mutuo es importante.

Bueno, hasta aquí el artículo de habilidades sociales. Espero haberte ayudado y recuerda, compártelo, envíame un email y sígueme en redes sociales.