Actualmente el mundo occidental se encuentran abriendo sus puertas a tradiciones, costumbres y prácticas orientales que, durante miles de años, han demostrado utilidad y beneficio para el ser humano allá en oriente. Es así como el yoga, la meditación y el uso de los cuencos tibetanos han ganado una reputación y una fama que no se podría haber predicho hace un par de décadas atrás.
En este artículo vamos a ver todo lo necesario para adentrarte en el mundo de los cuencos tibetanos, y además, te mostraré cómo suena el que yo uso.
¡Oohmmmm!
¿Que son los cuencos tibetanos?
Los cuencos tibetanos, también llamado tazones himalayos o bol tibetano, es un recipiente que tiene forma cóncava, al que erróneamente se la ha dado fines decorativos, aunque su verdadera función está en el emitir sonidos especiales creando una música tibetana ancestral y reconocidamente útil para la meditación.

Históricamente se considera el origen de estos cuencos en el Himalaya, cientos de años atrás, específicamente en Nepal y en el Tíbet, lugares donde siguen siendo utilizados principalmente por monjes shamanistas y budistas.
Aunque existen diferentes cuencos tanto en su forma, diseño o composición, todos están fabricados de diferentes metales, llegando incluso a tener 12.
No obstante, es el cuenco tibetano de 7 metales uno de los más utilizados y conocidos.
Cada metal utilizado en la creación de uno de estos cuencos representa un planeta de nuestro sistema solar, como son: oro para el Sol, plata para la Luna, mercurio para Mercurio, cobre para Venus, hierro para Marte, estaño para Júpiter y plomo para Saturno.
Tipos de cuencos que deberías conocer antes de decidirte por uno
Los cuencos tibetanos son conocidos por poseer una gran diversidad de tipos y formas, las cuales ayudan a emitir sonidos particulares y completamente característicos. Actualmente hay cuencos fabricados de manera industrial, aunque yo prefiero los cuencos tibetanos hechos a mano.

Una modalidad que está en auge es el uso de cuencos de cuarzo.
Su sonido es diferente ya que está fabricados de cristal de cuarzo y no de metal, pero su frecuencia y armonía musical nos induce igualmente a la relajación y meditación.
Los mismo ocurre con el uso de las campanas budistas.
Tienen un sonido diferente que también nos sirve para comenzar o acabar una sesión de mindfulness.
Algunos de los tipos de cuencos tibetanos tradicionales son:

Cuencos Manipuri: se trata de un cuenco de forma circular con paredes abiertas que tiende a tener una estrella, o grabado, rodeada de círculos en su base.
El sonido de este bol es mucho más expansivo que otros, disfrutando de una extensa resonancia que se mantiene en el tiempo.
Para su uso, se recomienda colocarlo sobre una almohada o cojín ya que si lo sostenemos sobre la mano podremos parar su vibración al tocarlo con un dedo.
Cuencos Cáliz: sin duda alguna, uno de los más antiguos. Se ve compuesto por dos piezas, una con una estructura cóncava que la eleva sobre su base convexa. Se considera que puede emitir una gran diversidad de sonidos tibetanos. Estos cuencos pueden emitir sonidos a frecuencias más altas que el resto.

Cuencos Lingham: uno de los más difíciles de encontrar, debido a que emite un sonido tan único como hipnótico.
Son considerados uno de los más icónicos del tibet.
Además, estos no necesitan de una base o diseño extravagante para sobresalir.
Cuenco Bengala: se trata de un cuenco realizado a mano que está hecho de la combinación de tres partes de cobre y una de estaño, para darle la clasificación de bronce acústico.
Se considera que este bol emite uno de los sonidos más limpios y el volumen del sonido tibetano es controlable al contar con paredes gruesas en toda su estructura.

Cuenco Jarkanda: es un cuenco tibetano fabricado con 7 metales, y posee paredes delgadas y altas lo que te permite disfrutar de bellas vibraciones combinado con sonidos graves.
Aparte de estos cuencos, también se puede nombrar los Cuencos Thado, Cuenco Mani, Cuenco Himalaya Ulti, Cuenco Planetario, Cuenco Fuente y el Cuenco Japonés o Keizu.
Como puedes ver, aunque su funcionalidad y diseños son muy parecidos, la evolución ha ido cambiando algunos de sus aspectos intentando buscar sonidos que calmen e induzcan a la meditación.
Los grabados, formas y dibujos nos hacen ver que se trata de un instrumento antiguo con diferentes orígenes dependiendo de la zona de donde provenga.
¿Para qué sirven los Cuencos Tibetanos y qué uso podemos darle?
Para poder explicar el uso que se le dan a los cuencos tibetanos se debe entender que éstos son capaces de emitir sonidos con una frecuencia de 432 Hz (equivalente a un «fa» en un instrumento musical), considerada la frecuencia que posee la naturaleza. Algunos cuencos pueden llegar a frecuencias mayores, de 528 Hz, considerada la frecuencia del amor.
Es así como éstos se usan para producir música que nos permita llegar a un estado de relajación y de meditación como en las sesiones de yoga o meditación.
Su uso es cada vez más generalizado: sesiones de mindfulness, meditación vipassana, yoga, retiros espirituales, reiki,… pero lejos de todos estos usos, está el que considero más importante, este es, el que le damos en casa diariamente en nuestra intimidad.
También, recientemente, he visto alguna «sesión de sanación» con cuencos tibetanos. Sea o no bueno para nuestra salud, si decides acudir a una de estas sesiones, la relajación está garantizada.
La manera de proceder es la siguiente: te colocan diferentes cuencos en partes del cuerpo, como son las rodillas, pecho, cabeza,… y se hacen sonar siguiendo un patrón.
Esto produce un estado de relajación muy profundo ya que las vibraciones producidas se transmiten a lo largo del cuerpo.
¿Cómo se usa o cómo se hace sonar un cuenco tibetano?
Los diferentes golpes o frotes de la baqueta contra el bol son la razón por la cual el sonido puede ser completamente distinto, a pesar de estar usando el mismo cuenco.
Voy a confesarte algo: cuando llego a casa o simplemente me encuentro algo preocupado o tenso, suelo golpear el cuenco tres veces, dejando que entre cada golpe, el sonido se pierda en la habitación expandiendo calma y paz por todas partes. Imagino que yo soy ese sonido y me elevo viajando al infinito.
Por ejemplo, podemos golpear el borde suavemente o con más fuerza dando un golpe seco, otra forma habitual es frotar el borde haciendo círculos y manteniendo la presión. Ambas formas darán sonidos diferentes.
- Golpear el borde. El sonido es como una llamada a la acción, es decir, nos indica algo. En mi caso, después de tanto uso, yo lo tengo asociado a calma y serenidad, así que cuando lo hago sonar, mi cuerpo y mi mente se relajan casi de manera automática.
- Frotar el borde. Esta manera de hacer sonar el cuenco tibetano es algo más difícil. Requiere de una técnica que te mostraré a continuación.
Ejercicio. Sostén el cuenco en la mano izquierda (si eres diestro), más concretamente depositando su base en la palma, sin que los dedos toquen el cuenco.
Luego da un pequeño golpe con el mazo en el borde y seguidamente colócalo donde golpeaste haciendo círculos. Hasta aquí es fácil, pero el secreto está en la manera en que hacemos los círculos.
Mantén la presión en el eje central como si tu mazo estuviera atado a una cuerda desde el centro del cuenco. Ni muy fuerte ni muy débil, y gíralo primero lentamente.
El sonido que saldrá de él tiene una frecuencia grave que te dará nuevas sensaciones agradables.
En el siguiente vídeo escucharás el sonido del cuenco tibetano tradicional. Los primeros dos golpes los realizo en el borde, luego froto el mazo con el borde para hacer el siguiente sonido.
ATENCIÓN: cuidado con el volumen de tus altavoces o si usas auriculares ya que puede resultar molesto por su alta frecuencia.
Beneficios y uso terapéutico de los cuencos tibetanos
Estos sonidos producen efectos muy positivos teniendo consecuencias directas en el sistema nervioso y en la salud integral del ser humano, por ello es usado en musicoterapia, ya que induce a la relajación, y la desconexión de nuestros pensamientos.
El efecto que los cuencos tibetanos y la música tibetana tiene en el organismo ha sido estudiado en diferentes universidades del mundo basándose en las costumbres y conocimientos ancestrales de los monjes del Tíbet.
Fue así, como se pudo deducir que el sonido tibetano que causan los cuencos tienen un efecto directo en la salud mental, física y espiritual
El sonido que emiten nos conduce a un estado de relajación casi instantáneo, con un solo golpe podemos llegar a sentir su magia.
Algunas personas encuentran dificultades a la hora de relajarse, observar sus pensamientos y su cuerpo, e intentar calmar el día a día que tanto les estresa. Por ello el uso del cuenco puede ser una manera ideal para inducir a estados de relajación que les permita mejorar su estabilidad emocional, equilibrar chakras (si cree o practica estas costumbres), y practicar un estilo de vida más enfocado en el interior que en lo material.
Aparte, se considera que es ideal para el aumento de la creatividad y de la concentración, para el control de la hiperactividad, la optimización del descanso y la mejora de la memoria y retención de información.
El estado de relajación en general, y mediante el uso del cuenco tibetano en particular, invita al alivio de las molestias generales y dolores de cabeza, reduciendo la posibilidad de padecer migrañas, disminuye la posibilidades de padecer o sufrir males relacionados al corazón e incluso hay estudios donde han demostrado que tiene un efecto positivo en las células cancerígenas.
Tengan validez o no todos estos estudios, lo que si es que te invito a que hagas sonar uno y lo compruebes por ti mism@. Pero claro, intenta usar uno de calidad (no menos de 50 euros) ya que así podrás percibir todo su potencial.
Imágenes: Amazon.ES