Confinarse es de valientes

Confinarse es de valientes

Hoy es el cuarto día de confinamiento en casa a causa del coronavirus. Pero no hay que alarmarse. En la historia de España no es nuevo esto de permanecer encerrados para protegernos de un enemigo mortal.

Tras la guerra civil y durante la dictadura, muchos permanecieron encerrados en habitaciones improvisadas en dobles fondos, cuevas, o casa abandonadas para no ser fusilado o detectado por algún simpatizante franquista. Estas personas fueron llamadas «topos».

Cuando hablo de permanecer en casa no hablo de unas semanas o meses como seguramente nos pase a ti y a mi. Las siguientes personas, héroes de la tenacidad, pasaron años encerrados sin poder salir mientras veían a sus hijos crecer, casarse y tener una familia.

Y te preguntarás, ¿cómo pudieron conseguir eso? La verdad es que yo tampoco lo sé, pero seguramente consista en crearse una ilusión cada día, cada semana, cada mes,… para que el tiempo tenga sentido.

La historia de Don Protasio

Delgado y con la mirada cansada como si el tiempo le perdonara sus últimas imágenes, habla el señor Protasio, antiguo alcalde de la localidad de Cercedilla (Madrid) en este reportaje de 1977, el mismo año en que salió a la luz después de 38 años, por eso fue apodado «el último topo».

El Topo de Mijas

Pero también tenemos a Manuel Cortés Quero, el alcalde ‘topo’ de Mijas (Málaga), que pasó 30 años en la oscuridad y al que se le ha homenajeado con un documental y una película.

30 años de oscuridad

Película: La Trinchera Infinita

Más información sobre los topos del franquismo aquí y aquí.

Y ahora nosotros

Lo que ahora nos toca a nosotros son unas «vacaciones«, o mejor llamarlo, una invitación forzada a la reflexión y el fortalecimiento interior.

En estas pocas horas que llevamos tras el estado de alarma, no nos ha dado tiempo de hacernos una idea de las diferentes etapas por las que tendremos que pasar.

Ahora, me atrevería a decir, que estamos en una fase de júbilo: hay personas que cantan por la ventana, otros se disfrazan para animar al vecindario,… siento ser pesimista, pero cuando llevemos 20 días, a ver quien es el gracioso que sale a bailar.

Y no digo que no sea efectivo, ni tampoco que no se deba hacer. Es más, seguramente yo también salga y lo haga, me conozco. Lo que quiero decir es que estamos ante una carrera de fondo, un ultratrail (y de esto sé de lo que hablo), no es una cuestión de ir rápidos ya que aún falta para que esto acabe, por desgracia.

La situación actual nos indica que nos centremos en lo que está a nuestro alcance, esto es, quedarnos en casa y aprovechar el tiempo que tenemos para formarnos y aprender cosas nuevas.

En la situación en la que nos encontramos, los fuertes (y no me refiero a los «enganchados» a las pesas en el ginmasio), sino a los fuertes de mente, serán quienes lleguen a la meta sin haber sufrido, adquirido un trauma, o haber puesto en peligro su matrimonio o familia por las tensiones a las que estaremos expuestos.

La paciencia sí es ahora una gran virtud, y muy importante, así como la imaginación, ya que nos hará falta para no aburrirnos, para no sucumbir a la monotonía, para no morir por dentro.

Déjame decirte que soy de esas personas que pueden estar varios días en casa, pero a la que luego verás correr o pasear por la playa un día de lluvia. Pues porque simplemente soy así de espontáneo y natural. Por ello, no sé qué pasará en dos o tres semanas.

La personalidad, la adaptación, el manejo del contexto familiar y social, así como la motivación o fuerza para dar con las soluciones adecuadas, serán los instrumentos con los que debemos trabajar para acabar estos días en casa sin que nos cueste la salud física o mental.

Por ello me he decidido escribir este artículo abanderado por las almas que permanecieron décadas encerradas en pocos metros cuadrados, sin contacto apenas, sin pasear en busca de una barra de pan como puedes hacer tú,… o sin internet.

Veamos algunas ideas que pienso poner en práctica y que a ti pueden ayudarte

Márcate una agenda

Tanto si vives solo o sola, como si lo haces en familia, es buena idea hacer un programa semanal con actividades como por ejemplo:

    • Noche de cine (los miércoles y sábados hay películas para ver juntos)
    • Pintar (un día a la semana clase de pintura o dibujo)
    • Juegos (cartas, puzzles, ajedrez,…)
    • Videollamadas con familiares o amigos para hablar, muy importante, de lo que haréis en verano cuando esto acabe, o dónde iréis a cenar,…
    • Ejercicios deportivos en casa (aprovechar para ver vídeos de yoga, calistenia,…)
    • Aprender un idioma (comenzar por escuchar canciones favoritas anglosajonas, ver películas en versión original,…)
    • Ordenar la casa (aprovechar para cambiar muebles de lugar, ordenar fotos, libros, ropa,…)
    • Aprender a tocar un instrumento (a mi me gusta la guitarra)
    • Leer un libro nuevo (hay muchos por internet)
    • Hablar con familiares sobre anecdotas divertidas ocurridas en el pasado (un camping, vacaciones en la playa,…)
    • Cocinar (es una actividad estimulante de la que podemos aprender mucho experimentando con nuevos ingredientes, platos, …)
    • Bailar salsa (aprende los pasos básicos, «contágiate» de una música alegre y piensa que cuando esto acabe tendrás la oportunidad de ir a salas de baile)

Redirige tu atención

Ya sabrás que el trabajo interior que vamos a realizar cada uno en nuestras casas puede ser agotador.

Habrá días que nos sintamos agobiados, tensos, estresados, con ansiedad,… Y podemos pagarlo con la persona que tengamos al lado. Por ello es momento de redirigir nuestra atención hacia lo que tenemos delante, mantener la calma, y practicar meditación o mindfulness.

Céntrate en lo que está a tu alcance

Aceptar la situación nos permite centrarnos en lo que está a nuestro alcance, es decir, lo que podemos hacer ese día en casa, sin perdernos en lo que NO podemos hacer.

Gran parte de la frustración, y con ello la sensación de desamparo e incertidumbre, viene por el hecho de querer cambiar lo que no podemos cambiar. Es importante que distingas esto.

Por ejemplo, quedarnos en casa depende de nosotros, de la misma manera también podemos idear tareas o cosas para hacer mientras dura el confinamiento. Pero no podemos cambiar al presidente del gobierno, ni las medidas que está tomando. Por ello, ver los medios de comunicación acrecentará nuestro malestar.

Aprende a detectar tus emociones y cuida tus relaciones

Las tensiones entre familiares ocurrirán.

Es momento de practicar la asertividad, la escucha y aprender a detectar qué nos enoja identificando esas emociones y aprovechar para no reaccionar (como siempre hemos hecho a lo largo de nuestra vida) dejando «escapar» la situación para darnos cuenta de que en realidad, a pesar de tener una emoción desagradable tras un enfrentamiento con un familiar, en realidad no ha pasado nada.

Amplia tu círculo social

Llevo tres días escribiendo a amigos y amigas con las que hacía tiempo que no hablaba. Te invito a que «tires» de la lista de contactos de tu teléfono para restablecer el contacto, busca en tus redes sociales y aprovecha para establecer relaciones.

Preguntar cómo está llevando el confinamiento, diseñar algún plan juntos para cuando esto acabe, cómo ha pasado los últimos años,… En situaciones como la que estamos viviendo, y bajo un enemigo común, se pueden crear lazos que duren toda la vida.

Reflexionar es de valientes

No voy a descartar el hecho de que es una oportunidad, por dura que parezca, de reflexionar sobre nosotros mismos. Por ejemplo, podrías hacerte preguntas como:

  • ¿qué me apasiona y he abandonado en los últimos años?
  • ¿qué comportamientos he tenido a lo largo de mi vida que no me han servido para nada (enfados, miedos, quejas,…) o incluso han empeorado la situación y todo por mi ego u orgullo?
  • ¿cómo podría actuar el resto de mi vida para ser y hacer felices a quienes me rodean?,…

Sé solidario y #QuédateEnCasa

Ayudar a los más necesitados, personas mayores, incapacitadas,… ponte en contacto con vecinos que lo necesiten. Ayudar a los demás es terapéutico y nos hace sentir útiles.

Para ello coloca un cartel en el portal de casa ofreciéndote a ayudar. Ya lo están haciendo en muchas ciudades. Seguro que hay asociaciones de vecinos que necesitan a voluntarios. Y si no encuentras a nadie, usa esta app llamada «¿Tienes Sal?».

Y después de esto, ¿sigues creyendo que no podrás quedarte en casa?

Imágen de la película «la Trinchera Infinita»