Uno de los errores más comunes en la comunicación asertiva o en la resolución de conflictos en general, es comenzar tu conversación con la expectativa de que la otra persona tiene que entenderte y debe aceptar tu punto de vista por encima de su punto de vista.
En definitiva, que te de la razón y que acepte tu verdad como absoluta. A todos nos ha pasado alguna vez, pero, ¿cómo sé si soy asertivo? ¿Hay alguna forma de saberlo en mitad de una conversación? ¿Cómo se si he tenido a lo largo de mi vida un comportamiento asertivo?
Una buena definición de Asertividad
Hay una definición de asertividad que me gusta mucho y que quiero compartir contigo:
Alguien tiene una forma de actuar asertiva cuando es capaz de expresar una opinión ante un hecho o acontecimiento, y además también sabe defender correctamente sus derechos sin pasividad pero sin tener que recurrir a la hostilidad ni a la agresividad, ya sea verbal o física.
Una persona asertiva se comporta tal como es en todas las situaciones, pero a la vez reconoce y respeta los sentimientos, opiniones y deseos de los demás de forma no impositiva y sin dejar que se aprovechen de él.
Me parece una forma extraordinaria de definir algo complejo donde el límite entre mi interés y el respeto a la otra persona a veces es difícil de definir.
Por ello, déjame explicarte algunos aspectos del comportamiento propios de una persona con una asertividad óptima para que te ayude en tu camino hacia el autoconocimiento.
¿Tú verdad? No, la verdad; y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela. (Antonio Machado)
¿Cómo sé si soy Asertivo sin realizar un test de asertividad?
Detrás de un test psicológico hay infinidad de estudios estadísticos y matemáticos, además de innumerables experimentos que corroboran la fiabilidad y validez de los mismos. Son instrumentos de medición muy útiles y muy usados para un diagnóstico. Por ello hay que tratarlos con respeto y profesionalidad.
Aún así, puedes detectar algunos indicios de tu conducta, o de la conducta de otras personas, que nos permita identificar el grado de asertividad que posee. Veamos cuáles son.
√ Las personas asertivas suelen conseguir lo que se proponen
En una conversación, ya sea con tu pareja o en el trabajo, o incluso cuando vas a una tienda a descambiar algo, un detalle que identifica a las personas con habilidades asertivas son aquellas que suelen «salirse con la suya» en situaciones difíciles.
Y no estoy hablando de mentir o usar alguna otra técnica de manipulación, sino que lo consiguen con una comunicación fluida, usando eficazmente el lenguaje no verbal, y siendo meticuloso y empático.
√ Hay armonía entre lo que quiero y lo que obtengo
Una característica de las personas asertivas suele ser que tras una conversación, discusión o conflicto con alguien, todo termina con cierta paz, cerrando un trato, o con un ambiente sosegado. Pero hay que añadir algo más, y es que estas personas se sienten bien consigo mismas y con su propio comportamiento una vez acabada la disputa.
¿No te ha pasado alguna vez que el resultado final no tiene nada que ver con lo que tu querías?
√ La asertividad y la honestidad van unidas
Al hilo del aspecto anterior, si lo que quiero y lo que consigo entran en consonancia, es decir, consigo lo que quería, es que he podido resolver ese conflicto o discusión con lo que me había dicho a mi mismo.
E insisto, esto no es una cuestión de egoísmo mal sano, manipulación o algo parecido, sino de que la resolución que obtengas tras la comunicación con la otra persona sea aproximada a lo que yo quería. No tiene que ser exacta, ya que cada uno tiene su propio interés y a veces hay que ceder para llegar a un consenso. Pero tampoco irnos al lado contrario y abandonar mis propios deseos.
Este principio de honestidad en la comunicación asertiva es aplicable tanto para uno como para la otra persona, no lo olvides.
Por otra parte, es frecuente, en personas que necesitan mejorar su comunicación asertiva, sentirse frustrada y decepcionada en situaciones complicadas de conflictos, ya que suelen acumular durante años esa sensación desagradable donde nos decimos a nosotros mismos: «siempre me pasa igual, al final cedo y hago lo que la otra persona quiere», «otra vez me ha vuelto a ocurrir, no he conseguido lo que me dije o no he hecho lo que dije que haría».
√ La Asertividad aumenta la Autoestima
La Autoestima se forja principalmente en un ambiente social, ya sea en nuestra familia, colegio, o amigos.
La estructura cerebral va soldando sus conexiones neuronales a lo largo de nuestra vida y en la infancia, momento donde la autoestima tiene su periodo más crítico, se crean estructuras importantísimas que luego determinarán nuestra forma de ver el mundo, y por supuesto a nosotros mismos.
Por suerte, tanto la autoestima como la asertividad, pueden cambiar, moldearse y mejorar con técnicas y ejercicios. ¿Quién no ha sentido un «subidón» de autoestima cuando nuestro círculo de amigos o nuestro ambiente social es rico y variado? ¿Cuando nos llaman para ir al cine o cuenten con nosotros para alguna actividad de ocio? ¿Tiene todo esto que ver con una buena asertividad en mis redes sociales?
√ El estrés es un indicador vital del nivel de asertividad
Las personas asertivas tienen menor estrés en situaciones de conflictos personales, así como en sus dificultades diarias y laborales. Es así de simple. No significa eso que un determinado momento no sufras de estrés, pero si este es prolongado en el tiempo (meses o años), seguramente, tu círculo social no sea de calidad.
Vigila este punto ya que es un indicador muy importante de autoconocimiento y desarrollo personal.
√ La Asertividad no es ganar o perder
Como te he dicho más arriba, la honestidad nos permite ser respetuosos tanto con nuestros deseos como con las intenciones que tiene la otra persona, de forma que entre ambos se llegue a un acuerdo, consenso, o solución.
Por ello mismo, para ser asertivo no deberíamos ir de antemano con la idea de que uno de los dos va a ganar y el otro perder. La asertividad no es una cuestión de competencia, no es un concurso ni un juego.
Aquí pretendemos, mediante técnicas de habilidades sociales, defender nuestros derechos respetando los de la otra persona.
√ Las palabras mágicas de la asertividad
No te puedes hacer una idea de lo que cambia el curso de una conversación si, antes de lanzarte a exponer tu opinión o defenderte de un posible ataque, sabes elegir las palabras correctas para comunicar lo que sientes.
Si detectas que, lo que querías decir no era para que la otra persona se enfadara tanto, igual es que no has elegido las palabras adecuadas.
Y ahora te toca a ti…
¿Sabes ya en qué aspecto flaquea tu asertividad?